Algunas personas que conozco me han dicho que no piensan acudir a la próxima manifestación convocada para este domingo 19 de febrero, a las 12:00, contra la última reforma laboral. Él argumento que me han dado es que los sindicatos no se están moviendo, que viven muy cómodos y que lo deberían hacer es convocar una huelga general.
Cuando el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hizo los recortes que hizo, Izquierda Unida salió a la calle, en la huelga general del 29 de septiembre de 2010 y en las manifestaciones anteriores y posteriores. Sin entrar en consideraciones sobre la conveniencia de apoyar o no a los sindicatos mayoritarios de este país, me gustaría aclarar algo a este respecto.
La manifestación convocada para el domingo no se hace para apoyar a ningún sindicato o colectivo, sino contra una reforma laboral que, como los convocantes dicen, es injusta, ineficaz e inutil. Al igual que desde IU dijimos el 29-S, sobran motivos. Es necesario hacer ver al Gobierno del Partido Popular que las medidas que está llevando a cabo han de ser rectificadas. Quedan casi cuatro años para que se vuelvan a celebrar Elecciones Generales y no podemos permitir que gobiernen para unos cuantos empresarios y banqueros; la historia demuestra que cuando la gente se echa a la calle, se consiguen cosas.
Por eso, ni yo ni nadie en Izquierda Unida se quedará en casa. Nos vemos el domingo, a las 12:00, en la fuente de Neptuno
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